Dormir adelgaza

Como descubrirá en la publicación promocionada en este blog: para conseguir deshacerse de la antiestética panza, para lograr bajar de peso, tenemos que considerar además de la alimentación muchos otros aspectos de nuestra vida: la actividad física, el estrés y no olvidar: el descanso.

Si el sedentarismo agrava el problema de sobrepeso, otro tanto se puede decir de la falta de descanso adecuado.

Dormir una hora más, varios kilos de menos.

Con tan sólo dormir una hora más al día lograríamos perder peso más fácilmente, ya que se esta manera, haríamos que nuestro organismo segregara una menor cantidad de las hormonas relacionadas con el apetito.
Normalmente se asocia de manera intuitiva la gente que duerme poco con gente enérgica, activa y delgada y por contra a la gente dormilona con gente cansina, apagada y gorda. Por ello no es difícil entender como la gente cree de manera equivocada que no dormir adelgaza y, por contra, dormir engorda.

Si tu doctor o la gente que conoces no le ha dicho nada sobre esto, es importante que se de cuenta que un sueño adecuado es un factor muy grande en determinar qué tan bien se recupera su cuerpo del ejercicio, que tan bien maneja el stress, y que tan bien se siente cada día.

Por supuesto el hecho de no dormir, el tener nuestro cuerpo "activado", supone un consumo de energía. Un estudio realizado por la Universidad de Colorado concluye que pasarse una noche sin dormir equivale al consumo de calorías de caminar 3 kilómetros.

Pero también se debe considerar que la falta de sueño produce un funcionamiento anormal del cuerpo que trae como consecuencia la alteración química del mismo.


Química del sueño para adelgazar


Hablamos de tres grupos de sustancias que controlan su organismo:
Niña durmiento - Perder Panza

  • Por una parte tenemos el cortisol, conocido también como la hormona del stress. Cuando una persona duerme menos de los que necesita, la falta de sueño hace que se incremente la producción de esta hormona, esta produce una pérdida de músculo y una ganancia de grasa al provocar que se incremente mucho la apetencia de "alimentos carnales", que son ricos en carbohidratos y calorías para que nuestro cuerpo puede normalizar el exceso de la hormona.

  • Luego tenemos el grupo formado por las hormonas del crecimiento (para aquellos que aún están en edad de crecer). Con un sueño adecuado, el cuerpo segrega estas hormonas que transforman la grasa en glupógeno (convierten la grasa en crecimiento). Sin el descanso necesario, no se segregan y el cuerpo almacena la grasa.

  • Por último tenemos el grupo formado por la ghrelina y por la leptina.
    Cuando se inicia una dieta de reducción, hay dos grupos básicos: los que se concentran el reducir la cantidad de aporte extra que recibe el organismo y las que se centran en quemar ese exceso.
    • La ghrelina se encarga, entre otras cosas, de controlar el apetito. Cuanta más tengamos, mas apetito sentiremos.
    • La leptina, se es la que nos proporciona el estado de saciedad. La que informa a nuestro cuerpo que ya tenemos bastante alimento.
    Con un sueño insuficiente tendremos que se genera demasiada ghrelina y muy poca leptina, lo que traducido a sensaciones corporales implica que tendremos mucha hambre y esta no se saciará por mucho que comamos.

Dormir adelgaza: demostrado.


Para comprobar hasta que punto la ausencia de sueño afecta al sobrepeso, desde la Universidad de Washiston se ha realizado un experimento revelador.

Han estudiado un total de 1.088 pares de gemelos, tanto idénticos como no idénticos.
  • Los gemelos idénticos comparten los mismos genes, por lo cual las diferencias entre ellos no es genética sino ambiental.
  • En los gemelos no idénticos si existe diferencia genética, lo que permite identificar  qué diferencia genética es la causante de sus diferencias

El estudio concluye que aquellos que dormían nueve horas cada día eran más delgados y mostraban menor riesgo de subir de peso que los que dormían menos de siete horas. Además el sueño prolongado parece suprimir los factores genéticos que conducen a aumento de peso. Y dormir poco, tiene el efecto contrario.